¿Realmente merece la pena gastar 100 euros para conocer a un artista como Roger Hodgson?


¿Realmente merece la pena gastar 100 euros para conocer a un artista como Roger Hodgson?

El 29 de julio de 2019, el legendario líder de Supertramp dio un concierto que llenó de magia la ciudad portuaria de Vigo, España.



Roger Hodgson y su banda actuando en el Auditorio de Castrelos, el 29 de Julio de 2019.

Son muchos los fanáticos de todo el mundo que estarían dispuestos a pagar una cierta cantidad de dinero para sacarse una foto con su ídolo pero, ¿realmente cuesta su elevado precio?
Era casi medianoche cuando el icónico artista, junto con su banda, se subió al escenario para conmemorar los 40 años del álbum Breakfast in America. Allí, la nostalgia podía percibirse en las miradas de ilusión de todo el público.
Durante el concierto, Hodgson quiso resaltar la importancia de la naturaleza, en particular, con una emotiva canción llamada Death and a Zoo, que trató de explicar en español para que todas las personas pudieran entender su significado. Las lágrimas y las risas fueron frecuentes en aquella noche tan especial y, cuando llegó el turno de Lord Is It Mine, toda la audiencia levantó las linternas de sus teléfonos móviles, llegando a crear un ambiente mágico y estrellado en el parque de Castrelos. Como dijo Roger Hodgson: "Así deberían ser todos los conciertos".
Su propósito, mencionó el líder, es hacer felices a todos los asistentes, por lo que nos dio un consejo justo antes de comenzar: "Me gustaría que los problemas de todos se queden fuera del auditorio".
Sin duda, esa noche nos hizo a todos un poco más felices.


No obstante, una interesante situación ocurrió un par de horas después de que el concierto terminara. Cuando todos los músicos abandonaron el escenario y el público estaba saliendo del auditorio o comprando productos de ‘merchandising’, me fijé en que había un pase de backstage entre los objetos a la venta, como sucede en muchos conciertos. Pregunté por el precio y el vendedor me dijo que costaba 100 euros. Claramente no lo compré, ya que la experiencia por la que había pagado solamente ocho euros para estar en primera fila, ya había sido lo suficientemente increíble.


Sin embargo, mis amigos y yo decidimos esperar en la puerta de atrás, en caso de que ocurriera un milagro. Los grupos locales o moderadamente famosos, generalmente salen después del concierto para sacar algunas fotos con los fans, pero si el artista está vendiendo pases de backstage (que supuestamente son para hablar un poco, sacar fotos y firmar algunos CDs), no es probable que suceda.


Esperamos casi 2 horas mientras salían algunos músicos, técnicos de sonido y organizadores, hasta que finalmente lo vislumbramos desde la puerta.
Mientras se subía a un coche negro para irse, algunas de las personas con las que estábamos esperando (éramos ocho) gritaron su nombre rogándole que saliera. 


De pronto, se dio la vuelta y caminó hacia nosotros. Cuando llegó, con toda la calma del mundo y mucho cariño, nos dijo que no podría firmar nada pero sí sacarse una foto con todos nosotros. Tras esto, pudimos hablar con Roger durante unos 15 minutos, hasta que se disculpó por tener que irse, y se fue en aquel coche teñido agitando su mano hacia nosotros. La atmósfera que lo rodeaba, junto con la paz y el amor que transmitía mientras iba hablando con cada uno, era impresionante. Esto, queridos lectores, es lo que diferencia a un gran artista de uno mediocre, más allá de la calidad musical.


Por otra parte, nos encontramos con la pregunta de si vale la pena pagar 100 euros por conocer a un artista cuando también se puede hablar con él con un poco de suerte. 
Es muy curioso cómo el papel de la amabilidad o generosidad de un músico con sus fans puede vencer a la industria del dinero, algunas veces. Desde luego, no todos los artistas son así, ya que es muy fácil irse cómodamente al hotel después de una dura noche de trabajo, pero a veces vale la pena un poco de esfuerzo para mejorar la vida de las personas. 
Parece bastante claro que a la compañía discográfica de Roger Hodgson o tal vez incluso a su mánager, no le habrá hecho gracia que hablara con nosotros de forma gratuita, mientras que otras personas están pagando por la misma experiencia (excepto la firma, la única diferencia entre ambas situaciones).


En conclusión, deberíamos pensarlo dos veces antes de gastar dinero en pases de backstage con ciertos grupos y valorar el esfuerzo personal de cada uno de ellos. ¿Vencerá algún día la generosidad al dinero en el mundo de la música? Solo el tiempo puede responder a esta pregunta pero, por ahora, podemos decir que el futuro musical estará hecho de ambos.

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